sábado, 26 de mayo de 2012

IMPORTANCIA DEL HIERRO EN EL EMBARAZO



DRA. AYDEE ALEJANDRO SOLORZANO
                
                                                       
CAPITULO I
1. INTRODUCCION
CAPITULO II
2. MARCO TEORICO
            2.1 DEFINICION
            2.2 CLASIFICACION
            2.3 MECANISMO DE ACCION
            2.4 METABOLISMO DEL HIERRO
2.5 ALIMENTOS QUE CONTIENEN HIERRO
2.6 DEFICIT, EXCESO Y COMPLICACIONES
 2.7 IMPORTANCIA DEL USO DEL HIERRO
2.8 ANEMIA FERROPENICA
CAPITULO I
1.1  INTRODUCCION
Durante el embarazo, el organismo de la mujer experimenta cambios que le afecta física u psíquicamente, por lo tanto su esfuerzo biológico es mayor.
La formación de un nuevo ser determina una serie de exigencias en la madre, una es la alimentación, la cual debe reunir las sustancias nutritivas que requieren, tanto la madre como el niño por nacer.

Pueden suceder algunos desequilibrios en la  nutrición, debido a que lo que antes debía simplemente alcanzar para la madre, ahora se reparte con el bebé; y además, se diluye en la cantidad de sangre extra que nuestro organismo produce para gestar a un nuevo ser. Uno de los problemas a los que debemos prestar especial atención es la anemia, que se evita tomando la cantidad de hierro necesaria.
Aproximadamente entre el 40-70% de las anemias en las embarazadas son por déficit de hierro. Es imposible con la dieta habitual llegar a cifras adecuadas de concentración de hierro durante el embarazo y por lo tanto es necesario que se realice una adecuada suplementación.  Las anemia por carencias de hierro en la dieta y sus posibles complicaciones en la madre y el bebé son fácilmente prevenibles con el uso de la administración  de sulfato ferroso. Se sabe que tratamientos prolongados como es el caso de la administración de hierro en la prevención de anemia, con sus efectos adversos sumada a la falta de percepción clínica de las pacientes de las anemias leves, son causas de poca adherencia al tratamiento.
La no adherencia se clasifica como primaria cuando la paciente no puede adquirir el medicamento y la no adherencia secundaria cuando la paciente habiendo adquirido el sulfato ferroso ha tomado una dosis incorrecta, ha olvidado de tomar varias dosis (más de una semana) y/o ha- suspendido el tratamiento demasiado pronto sin indicación médica.
La anemia durante el embarazo afecta al 27% de las mujeres gestantes en Bolivia, por lo que su prevención mediante suplementación de hierro está ampliamente descrita.
El uso de sulfato ferroso en comprimidos de 200 miligramos con 0,4 mg de ácido fólico más 150mg de Vitamina C, con un esquema de 90 dosis diarias es de prescripción obligatoria y gratuita mediante el SUMI. Se desconoce el verdadero nivel de adherencia a esta suplementación en nuestro país. Estudios realizados sobre la adherencia a la suplementación con sulfato ferroso muestra variación entre el 55 al 87% así como los factores que influyen en forma positiva o negativa a la misma.
La administración de hierro por vía oral a embarazadas, se asocia con efectos secundarios gastrointestinales tales como náuseas, vómitos, diarrea, cambios de sabor, dolor abdominal y constipación.
La prevención de la anemia salva vidas, evita nacimientos prematuros, y favorece los partos evitando complicaciones, por debilidad de madre para llevarlo adelante.
En cuanto a los recién nacidos se ven afectados por un mayor riesgo de carácter nutricional, pudiendo dificultar su crecimiento, el correcto desarrollo psíquico a nivel motriz y de cognición.
El tercer mes del embarazo es el más característico en cuanto a la disminución del hierro, por las necesidades del feto en este periodo, a pesar de las apariencias de la madre por encontrarse con un peso mayor, este no es indicador de una buena nutrición en particular de este mineral.


CAPITULO II
2. MARCO TEORICO
2.1 DEFINICION
El sulfato de hierro (II) es un compuesto químico iónico de fórmula (FeSO4). También llamado sulfato ferroso, caparrosa verde, vitriolo verde, vitriolo de hierro, melanterita o Szomolnokita, el sulfato de hierro (II) se encuentra casi siempre en forma de sal heptahidratada, de color azul-verdoso.
El hierro es un mineral. La mayor parte del hierro en el organismo se encuentra en la hemoglobina de los glóbulos rojos y en la mioglobina de las células musculares. El hierro es necesario para el transporte del oxígeno y del dióxido de carbono. También tiene otras funciones importantes en el cuerpo.                                  .
La mujer gestante toma suplementos de hierro para prevenir y tratar los bajos niveles de hierro (deficiencia de hierro) y la consiguiente anemia por deficiencia de hierro. En las mujeres embarazadas con anemia por deficiencia de hierro, los glóbulos rojos no pueden transportar suficiente oxígeno al cuerpo, porque no tienen suficiente hierro. Las mujeres con este trastorno a menudo se sienten muy cansadas. Puesto que
la necesidad de hierro se va incrementando hasta el final del embarazo, aunque el aumento de la masa sanguínea es hasta la décima semana de embarazo, durante el tercer trimestre aumenta la eritropoyesis, la placenta acumula hierro y aumentan los depósitos en el feto.
2.2 CLASIFICACION:
El sulfato de hierro(II) puede encontrarse en varios estados de hidratación, y varias formas de estas existen en la Naturaleza:
  • FeSO4·H2O (mineral: szomolnokita)
  • FeSO4·4H2O
  • FeSO4·5H2O (mineral: siderotilo)
  • FeSO4·7H2O (mineral: melanterita)
A 90 °C, el heptahidrato pierde agua para formar el monohidrato incoloro, también llamado vitriolo verde o caparrosa.
El sulfato ferroso forma una solución turbia en agua, y precipita al cabo de un tiempo. Por lo tanto, NO es soluble en agua a temperatura ambiente.
La fórmula química de esta sal es FeSO4, la cual se origina de la reacción del hidróxido ferroso Fe (OH)2 y el acido sulfúrico H2S04

2.3 MECANISMO DE ACCION:

El hierro ayuda a los glóbulos rojos a transportar el oxígeno desde los pulmones a las células de todo el cuerpo. Una vez que el oxígeno es entregado, el hierro ayuda entonces a los glóbulos rojos a llevar los desechos de dióxido de carbono a los pulmones para su espiración.
Se considera que el total de hierro requerido durante el embarazo es de 840 mg aproximadamente, de esto, 350 mg se transfiere al feto y a la placenta, 250 mg se pierden como sangre durante el parto y 240 mg son pérdidas basales. Además, 450 mg son empleados en la expansión de la masa eritrocitaria circulante y contribuye a la depleción de los depósitos de hierro durante la gestación.
Algunos autores determinan que el total de hierro requerido durante todo el embarazo es de 1070 mg con una distribución similar a la anteriormente señalada.
2.4 METABOLISMO DEL HIERRO:
El hígado secreta en la bilis pequeñas cantidades de apotransferrina que se combinan con el hierro (2Fe3+) formando transferrina. Esta es atraída y se une a receptores de las membranas de las células del epitelio intestinal. El hierro se absorbe en el intestino delgado. Por pinocitosis se absorbe y es liberada a la sangre en forma de transferrina plasmática.
Las moléculas de transferina se unen fuertemente a receptores en las membranas celulares de los eritroblastos de la médula ósea. Estos la ingieren por endocitosis. Allí la transferina deja el hierro en la mitocondria dónde se sintetiza el hem.
La cantidad total en el organismo 4-5 gr (65% Hb). En caso de exceso, el hierro entra a las células sobre todo en los hepatocitos y se combina (muchasFe3+) con una proteína, la apoferritina, para formar ferritina (hierro de depósito) y en menor cantidad forma hemosiderina. La pérdida de hierro en el hombre 1mg/día (heces) y la mujer 2mg/día.
El hierro es un nutriente esencial por lo que debe ser ingerido en la dieta (1mg/día). El hierro almacenado como ferritina está disponible rápidamente, mientras que el guardado como hemosiderina no.
2.5 ALIMENTOS CON ALTO CONTENIDO DE HIERRO:
Identificar los alimentos ricos en hierro que la mujer consume en los primeros seis meses de embarazo nos permite obtener una información, para poder aconsejar a la madre sobre los cambios que se requerirán para remediar o prevenir la deficiencia férrica.
Se planificará una dieta prenatal con ella para que logre una nutrición suficiente, teniendo en cuenta los siguientes alimentos y sus raciones diarias en gramos, a saber:
Carnes (de todo tipo) 300 grs.
Leche y derivados 500 grs.
Fortificados con hierro.
Verduras de hojas verdes 200 grs.
Cítricos (vitamina C) 300 grs.
Huevos (clara de huevo) 1 unidad
Legumbres 150 grs.
El grado de conocimiento y de identificación de los alimentos que aportan hierro a la dieta y ayudan a su absorción o la bloquean en las mujeres entrevistadas, nos servirá de guía para planificar estrategias e implementar campañas de promoción mediante folletos informativos.
El tener conocimiento de las dos clases de hierro: Hierro Hemínico e Hierro No Hemínico y de sus formas de absorción, nos lleva a transmitir información a la entrevistada sobre la existencia de esta distinción. Al hierro hemínico lo encontraremos en las carnes rojas, de pollo y de pescado, con una absorción directa, en cambio, el hierro no hemínico que está presente en vísceras, legumbres, verduras de hojas verdes, cereales y clara de huevo necesitan ser combinadas con vitamina C (se encuentran en cítricos especialmente y tomate) o con carne (el llamado factor carneo), para ser absorbidos por el organismo. Así mismo las infusiones (té, café, mate, otras) ingeridas inmediatamente después de las comidas bloquean la absorción del hierro no hemínico, no son aconsejables éstos hábitos.
Es muy importante que la mujer embarazada conozca esta combinación ya que sin ella la incorporación del hierro no hemínico en la en la dieta seria en vano.
2.6.-  DEFICIT, EXCESO Y COMPLICACIONES EN EL EMBARAZO:
La mujer debe mantener un buen estado de nutrición y salud, que es fundamental, cuando piensa quedar embarazada. El estado nutricional de la madre antes del embarazo, tiene un impacto mayor en el peso del niño al nacer, que el incremento de peso durante el embarazo.

El déficit nutricional severo, antes y durante el embarazo, puede ser causa de infertilidad, aborto espontaneo, parto prematuro, malformaciones congénitas, menor peso de nacimiento y mayor probabilidad del niño, de enfermarse y morir en el momento de nacer o en los primeros días después del nacimiento. Mientras que la obesidad materna, se asocia a un mayor riesgo de hipertensión arterial, diabetes gestacional, cesárea y fórceps, debido a recién nacidos muy grandes                                       .
Estas consecuencias negativas, se incrementan si el embarazo se presenta en adolescentes. La edad media de la menarquía o primera menstruación actualmente se sitúa entre los 12 y 13 años. En las adolescentes, el crecimiento continúa durante 4 años más, aunque a un ritmo más lento que en la etapa prepuberal. Durante la pubertad, las adolescentes, aún son biológicamente y funcionalmente inmaduras para quedar embarazadas.
Los requerimientos de hierro, durante el primer trimestre del embarazo, son menores debido al cese de la menstruación. Alrededor de la semana 16 de gestación el volumen sanguíneo materno y la masa de glóbulos rojos se expanden, por esta razón, los requerimientos aumentan notablemente. La expansión del volumen sanguíneo ocurre en todas las mujeres embarazadas sanas que tienen depósitos de hierro suficientes o que son suplementadas con hierro                                                                                           .
En la adolescente, las necesidades de hierro son altas, debido al crecimiento de su masa muscular y del volumen sanguíneo. De hecho, la recomendación de un suplemento diario de hierro es necesaria, tanto para la mujer adulta embarazada como para la adolescente.
En las mujeres que inician la gestación con sus depósitos vacios, esta recuperación no existirá, pero la situación se torna más grave, cuando inicia el embarazo anémica y no recibe suplementación                                                       .
En promedio, durante el segundo y tercer trimestres son necesarios cerca de 5,6 mg de hierro por día, es decir 4 veces más que en mujeres no embarazadas.
 Aún cuando, se tome en cuenta, el marcado aumento en la absorción de hierro durante la gestación, es imposible para la madre cubrir sus altos requerimientos con la dieta. La etapa del embarazo es un período tan especial en la vida de una mujer y su alimentación es de suma importancia, más aún si se trata de una adolescente                    .
La anemia por deficiencia de hierro puede tener efectos nocivos sobre la madre y su hijo/a: la mortalidad materna se incrementa en embarazadas severamente anémicas y las pérdidas de sangre del parto y la anemia incrementan los porcentajes de recién nacidos con bajo peso y prematuros.                                                .
Para prevenir la anemia y mantener los depósitos de hierro en la mujer en forma efectiva, se recomiendan las siguientes medidas que pueden ayudar:
  1. Aporte de hierro dietario: Consumir alimentos fuentes del mineral, que incluya alimentos facilitadores (Alimentos fuentes de vitamina C y A) y evitar el consumo de alimentos inhibidores de la absorción (Café, té, bebidas carbonatadas).
  2. Alimentos fortificados: Como la harina de maíz precocida y otros, junto con el consumo de alimentos fortificados especiales para embarazadas.
  3. Suplementación: En las embarazadas, la norma recomienda para prevenir la deficiencia de hierro, sulfato ferroso a una dosis de 60 mg por día dos veces por semana desde el inicio del embarazo. Para el tratamiento de la anemia se recomienda 60 mg de sulfato ferroso diario, desde el momento que se diagnostique la madre anémica y hasta seis meses después del parto, para asegurar que los depósitos de hierro alcancen un nivel adecuado.
En la mayor parte de los casos, las reacciones adversas afectan principalmente al aparato digestivo. Las reacciones adversas más características son: -
-          irritación gastrointestinal
-           dolor abdominal,
-          con hiperacidez gástrica,
-          dolor epigástrico,
-          náuseas,
-          vómitos,
-          diarrea o estreñimiento
2.7 IMPORTANCIA DEL USO DE HIERRO:
 Las primeras semanas del embarazo son de importantes procesos de formación de sistemas como los neurológicos del futuro bebé. Un buen aporte de hierro evitara en el producto gestado malformaciones mayores que podrían acarrear problemas neurológicos y de aprendizaje irreparables en el futuro.
El sulfato ferroso proporciona el hierro que el organismo necesita para producir glóbulos rojos. Se utiliza para tratar o prevenir la anemia por deficiencia de hierro, una afección que se presenta cuando el organismo tiene una cantidad insuficiente de glóbulos rojos debido al embarazo, una dieta deficiente, sangrado excesivo u otros problemas.
Su buen aporte permitirá una buena oxigenación del organismo de la madre y de su bebé.
2.8 ANEMIA FERROPÉNICA EN EL EMBARAZO:
Es la reducción de la producción de hemoglobina ocasionada por el agotamiento de las reservas de hierro a raíz de una insuficiente ingestión de hierro, a la mala absorción del hierro, a la pérdida de sangre o a la hemólisis (destrucción de glóbulos rojos).
En el embarazo, puede presentarse debido a una disminución de hemoglobina de 11grs cada 100 mililitros. Los signos clínicos que se pueden presentar son:
  • Fatiga.
  • Cefalea (dolor de cabeza).
  • Palidez.
  • Aumento de la susceptibilidad a contraer infecciones.
  • Queilosis (descamación seca y fisura de labios).
  • Taquicardia.
La multiparidad es también un factor que condiciona la anemia en el embarazo así como el periodo intergénesico corto donde su organismo no está preparado para enfrentar un embarazo o sea no han creado una reserva necesaria como para sostener el nuevo embarazo, lo que conlleva al padecimiento de la anemia y otras deficiencias nutricionales en estas pacientes, desarrollando un embarazo complicado en la mayoría de los casos, aquí es de mucha ayuda el apunte del sulfato ferroso para suplir estas carencias.
CAPITULO III
3.1 CONCLUSIONES
·         Antes de iniciar esta sección, es menester mencionar que los instrumentos aplicados en esta Observación, requieren un poco de tiempo para el análisis objetivo de cada gestante / embarazada.
·         Se concluye que definitivamente se debe realizar la administración  de sulfato ferroso durante el primer trimestre del embarazo, por los beneficios que este aporta tanto a  la  madre y su hijo.
·         Se pudo evidenciar que el 83.7% de las mujeres embarazadas en las cuales se realizo este estudio y al momento de administración de sulfato ferroso se encontraban en un estado nutricional dentro de estándares normales.
·          Se puedo comprobar  que la distribución por edades se encuentra dentro de las ideales para un embarazo estando el mayor porcentaje entre 21 y 35 años.
·          Se puede observar que parte de la misión de un centro de salud es la prevención de anemia en el embarazo por lo tanto podemos mostrar que la administración de sulfato ferroso fue en la primera consulta prenatal como prevención de un 86.4%.
·         Se identificó  que la mayor cantidad de mujeres embarazadas que recibieron  sulfato ferroso fue en las primeras 14 semanas de gestación.
3.2. RECOMENDACIONES.

·         Concientizar, educar y orientar a mujeres embarazadas  sobre los efectos secundarios del  hierro y como poder contrarrestar tales efectos.
·         Realizar campañas de información sobre la importancia del consumo del sulfato ferroso durante el embarazo.
·         Se recomienda usar el sulfato ferroso comprimidos durante o después de las comidas para su mejor aceptación y así aminorar los efectos secundarios.
·         Se recomienda al menos un control más de hemoglobina después del primer trimestre de embarazo, para un mejor seguimiento.
·         Incorporar a las embarazadas con anemia ferropenica en el primer trimestre del embarazo a controles más rigurosos.
·         Mantener una ingestión sistemática de los alimentos  naturales que contengan hierro, durante todo el embarazo.
·          Educar a las mujeres en edad reproductiva sobre las desventajas que representa la maternidad en edades tempranas de la vida y a las gestantes sobre aspectos básicos de la nutrición como: distribución de los alimentos en los diferentes horarios del día, confección y combinación de alimentos que favorezcan la absorción de los nutrientes necesarios, así como lograr que comprendan el por qué no deben exponerse a los embarazos sin un estado nutricional adecuado
·          Enfatizar en la importancia de la ingestión sistemática y adecuada de los suplementos vitamínicos y minerales (tabletas prenatales), desde el comienzo del embarazo para así prevenir la anemia y evitar el nacimiento de los bebés con bajo peso. Logrando quela mujer comience su embarazo con condiciones nutricionales óptimas, se reduce el riesgo de desarrollar anemia y sus complicaciones.









1 comentario:

  1. muy buen aporte en esta etapa de la vida de la mujer tan importante. gracias.

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